Para eventos pequeños o medianos, los altavoces de 10 pulgadas son una buena elección. Ofrecen un sonido claro y potente sin ser demasiado grandes o difíciles de mover. Son prácticos para fiestas, presentaciones o reuniones donde necesitas buen sonido sin complicaciones.

Los altavoces de 12 pulgadas son buenos para fiestas o eventos un poco más grandes porque hacen que la música se escuche más fuerte y claro para todos. ¡Tienen más potencia que los más pequeños!

Un altavoz de 15 pulgadas es más grande, por eso, tiene un gran impacto en el sonido que puede producir. Al tener más superficie, el altavoz puede mover una mayor cantidad de aire. Un altavoz de 15 pulgadas puede crear ondas más grandes y fuertes, lo que significa que el sonido será más potente y podrá llegar más lejos en un espacio. 

Los subgraves de 18 pulgadas son altavoces diseñados para reproducir las frecuencias más bajas del sonido. Su tamaño permite mover una gran cantidad de aire, lo que resulta en bajos profundos y potentes. Se utilizan comúnmente en sistemas de sonido para eventos en vivo y otros lugares donde se busca una experiencia de con bajos fuertes.